Como siempre, la ocupación sólo está teniendo un resultado claro: muerte y más muerte, tanto entre la población afgana como entre las tropas ocupantes.
La ‘Guerra de Afganistán’ es un episodio más de la ya larga batalla que libran los países occidentales, con EE.UU. a la cabeza, por dominar el Oriente Medio, tanto en términos geopolíticos como a causa de sus recursos naturales, especialmente los energéticos.
Justificar estas ocupaciones militares como ‘lucha contra el terrorismo’ (como si los pueblos en su totalidad fueran terroristas), ‘misiones de paz’ ‘operaciones de reconstrucción’, ‘implantación de la democracia’… etc., son eufemismos propagandísticos.
La mayoría de la opinión pública en el Estado español sigue oponiéndose a la actual presencia militar española en Afganistán. Sólo el 3% de la población apoya la política del gobierno para enviar más tropas frente a un 41% que defiende la retirada.
Ni el país se está reconstruyendo ni las condiciones de vida mejoran. La presencia de las tropas imperialistas en Afganistán sólo supone terror en la vida cotidiana, registro de casas, detenciones arbitrarias, y sobre todo bombardeos de civiles.
La situación de las mujeres bajo el régimen talibán, que tanto escandalizó al mundo, apenas ha variado, muy al contrario, ha sido fomentada aún más con el gobierno impuesto por EEUU.
No se ha llevado la democracia a Afganistán. La administración actual de Karzai está acusada de corrupción e incompetencia incluso por las autoridades estadounidenses que la instalaron.
Y, en el caso español, la ocupación de Afganistán exige que el Gobierno: reconozca la participación española en una guerra tan real e injustificable como injusta, abandone la falsa retórica de las misiones de paz o de reconstrucción de un país y acepte que la intervención en Afganistán no es esencialmente diferente de la participación en Iraq, de donde el actual gobierno retiró las tropas;
Hoy, cuando la población trabajadora sufre los peores efectos de la crisis, cuando más de 1 millón de familias sin trabajo han perdido toda protección social, dedicar 51 millones de euros diarios a gastos militares es simplemente una inmoralidad que no podemos soportar. La situación actual exige reorientar las prioridades del Gasto Público y dedicar los gastos militares a gastos sociales.
¡NO A LA GUERRA!
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# El 28 de agosto de 2010 a 00:02 En respuesta a: POR LA RETIRADA DE LAS TROPAS EN AFGANISTÁN
50 millones de euros diarios en gastos militares, no me extraña que estemos en crisis.
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# El 28 de agosto de 2010 a 01:21, por Pedro Jiménez En respuesta a: POR LA RETIRADA DE LAS TROPAS EN AFGANISTÁN
"Seis niños muertos en un bombardeo de la OTAN en Afganistán", noticia de hoy mismo. La noticia completa es de Público.es y mientras tanto el gobierno español habla de terrorismo. Lamentablemente es una guerra y como tal deberíamos salirnos como nos salimos de Irak. Ahora más que nunca: NO A LA GUERRA.
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