Izquierda Unida se acercaba en el día de hoy al mercadillo para visualizar el rechazo a la violencia machista, lo hacía a través de la lectura de un manifiesto que expresa las desigualdades aún existentes en materia de igualdad y que son el principal motor que genera esta violencia hacia las mujeres, a la par que ha repartido lazos morados como forma de mostrar esa repulsa e identificarse como promovedoras/es de un mundo sin violencia.
El 25 de noviembre es el elegido para alzar la voz de forma internacional contra la violencia hacia las mujeres, violencia que aparece desde diferentes formatos y que se está viendo agravada por la crisis económica que estamos padeciendo, con esta nueva situación la feminización de la pobreza crece, el capital aprovecha estos momentos para volver a relegar a la mujer al ámbito doméstico y/o dirigirla hacia aquellos trabajos peor pagados y con peores condiciones laborales.
La Ley Integral contra la violencia no ha sido efectiva, el número de víctimas ha aumentado durante todo este año, por tanto el tiempo vuelve a darnos la razón, toda Ley debe ir acompañada de una dotación económica suficiente para poder afrontar de manera realista los objetivos marcados.
Se hace cada vez más palpable la necesariedad de modificar la Ley Integral para redoblar esfuerzos y exigir por parte de todas las instituciones el desarrollo de medidas que sean auténticamente integrales y transversales, y que impliquen a todos los estamentos sociales y políticos, abordando en su integridad la violencia de género, dotadas como ya anteriormente hemos adelantado, de recursos materiales humanos y económicos suficientes.
Por el contrario lo que nos encontramos por parte de este gobierno socialista es la desconsideración institucional hacia las mujeres a través de la eliminación del Ministerio de Igualdad, y el maquillaje de cifras para no elevar el número de mujeres asesinadas por esta lacra social que nos acecha.
Es urgente que consigamos la fuerza para transformar una realidad que ya no podemos soportar por más tiempo. Es necesario, la implicación de todos los poderes públicos en dar las respuestas que la sociedad está reclamando, y conseguir en un futuro que nuestros municipios, comunidades autónomas y nuestro propio Estado, estén exentos de violencia machista.
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