Nadie es indispensable, pero hay personas que dejan su huella cuando se van. Este es el caso de nuestro querido amigo y compañero Joaquín Bonilla. Un militante como pocos, comprometido, siempre en un segundo plano, ayudando en todo lo que podía y siempre dispuesto a trabajar por los demás. Por eso, le hemos querido dedicar este Primero de Mayo.
Tras el acto se inauguró la exposición que recorre pedazos de su vida, fotografías con sus amigos y amigas, sus trabajos con el metal y sus pinturas.
Además, quisimos realizarle un vídeo donde se recuerde su figura:
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