Hoy es cuando se demuestra que la política tiene que estar al servicio de la ciudadanía. Hoy después de las votaciones tenemos que poner en marcha todas las medidas que algunos hemos defendido con más ahínco que otros.
Una vez que ha pasado el 18 de febrero que nos ha traído los resultados conocidos por todos y todas, hay que reclamar a los dirigentes políticos una buena carga de sensatez y, sobre todo, de compromiso.
La sensatez hay que demostrarla en el reconocimiento de dos cosas claras: una que ya se sabía, el nuevo estatuto iba a ser refrendado de manera clara y otra, inesperada, que la participación ha sido indigna de este nuevo estatuto. Yo no digo ilegítima, digo indigna, porque este estatuto se merece un mayor respaldo popular.
No voy a entrar en las razones de tan baja participación, porque deben ser varias y de distinto signo. Analistas tiene el pais para hacer toda clase de reflexiones y todos los medios de comunicación han vertido en las últimas horas las distintas versiones, según los distintos puntos de vista de cada uno de estos adivinos del pensamiento de las personas.
Yo me voy a centrar en el compromiso que estos resultados ponen delante de los actuales gobernantes de Andalucía y de España. Ahora es cuando hay que demostrar el respaldo político al Estatuto de 2007. Tienen que ponerse, de manera inmediata, manos a la obra y hacer visible todos aquellos aspectos del nuevo estatuto que hacen del mismo una importante novedad para nuestra Andalucía.
Solo de esta manera se puede demostrar el valor de esta herramienta de transformación. Solo de esa manera se puede callar de forma terminante el coro de voces contrarias, vengan de donde vengan, que se ha puesto en marcha desde ayer.
Además, si de verdad creen que el PP ha boicoteado este referendum, como yo también lo creo, se ha de hacer valer el sentido progresista del Estatuto, poniendo en marcha, de manera inmediata, el procedimiento para que la deuda histórica se reconozca en el menor tiempo posible; hay que hacer posible todas los mecanismos necesarios para que el derecho, de los que menos tienen y en peores condiciones están, a ser atendidos de manera prioritaria, es necesario, por tanto, los presupuestos pertinentes para ello. Hay que aprobar una Ley de la Educación de Andalucia que haga visible los derechos que el Estatuto recoge de educación permanente y compensatoria.
Podríamos seguir, pero para empezar creo que está claro el sentido de este texto. No son necesarios los enfrentamientos inútiles, sino las políticas reales para hacer avanzar a nuestro pueblo. Asi obtendremos el respaldo de los que no fueron a votar y mantendremos el apoyo de los que fuimos.
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